Mi primer post del año, luego de unas vacaciones llenas de aventura, de nuevos lugares, de juegos, de familia, y de mucho amor con sabor a fiesta. Arranqué 2014 viajando con mis padres, compartiendo con 13 personas de mi familia: tíos, primos, amigos, que hicieron de estos reyes magos, sin lugar a dudas, un viaje para contarle a mis nietos.
El Carnaval de Negros y Blancos fue la razón por la que estuve desconectada del mundo virtual por unos días. Una fiesta Patrimonio Cultural de la Humanidad que se hace del 2 al 7 de enero en la ciudad colombiana de Pasto. El sur de mi país, limite con Ecuador. Una ciudad contagiada por la tradición indígena, por sus personas nobles y amables, por su autenticidad ancestral y su arraigo cultural.
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| Día de blancos, mi primera «Cariocada» |
5 días dedicados a descubrir lugares increíbles. 22 horas de viaje por carretera viendo paisajes que no puedes ver desde un avión. Viendo por primera vez santuarios como Las Lajas, una iglesia ubicada en medio de dos montañas, donde se apareció la Virgen del Rosario en 1754. Un milagro de la naturaleza, como si ella misma hubiera escogido ese rincón en medio de cascadas y montañas para aparecerse…así de repente. Lugares considerados sagrados por nuestros indígenas como La Laguna de La Cocha, un escenario al mejor estilo europeo, rodeado de casas de madera de colores, de la mejor trucha, hervidos nariñenses y helados de paila.
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| Niños disfrazados llenos de amor en La Laguna |
Rincones increíbles en Ecuador como el Cementerio de Tulcán, un lugar en donde el mismo «Hombre manos de tijera» parece que hubiera pasado dejando una obra de arte que le da vida a la muerte. Esa misma muerte que también vivimos al ver como mataban a un Cuy para luego comérselo y convertirse en el plato más apetecido de la región. (y no..confieso que luego de verlo vivo no fui capaz de comérmelo).
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| Día de Negros, mi última pintada |
Estos días fui contagiada del ambiente de carnaval, del esfuerzo y dedicación que los nariñenses le ponen a sus desfiles de carrozas, a sus disfraces elaborados por ellos mismos. Fui contagiada de su alegría desde el día que llegué, dejándome pintar la cara de negro, disparando espuma a todo el que fuera pasando, y bailar música andina como si fuera salsa. Pero más allá de la fiesta, el aguardiente, la música…, me contagié de su magia por sonreír, y ver color en sus rostros. De mezclar el juego y el respeto siempre con amor.
Felices Porque SI 
¡Que increíble aventura Andrea! y además desprendes una vitalidad que da envidia de la buena :)No conocía todos esos lugares y todas esas increíbles tradiciones, gracias por acercarme a ellos a través de tus experiencias.Y hablando de color, me encantan tus uñas coloreadas, van con tu personalidad.¡Saludotes!
Me alegra que a través de mis palabras te pueda llevar a una de las regiones más lindas de Colombia. Y ya veo que eres bien detallista…porque para ver el color de mis uñas…! Esto es lo que en Aprendizaje y Vida llaman "Ser auténtico". Saludotes!